Virus Brutal

Wandalos despertó cegado por una brillante luz blanca que le impedía ver nada. Intentó cubrir sus ojos con una de sus manos pero al instante se dio cuenta de que esta se hallaba sujeta por una cuerda. Todas sus extremidades estaban atadas firmemente la superficie en la que se hallaba.
Cuando tras unos minutos pudo aunque dificultosamente ver apreció que se encontraba metido en el interior de lo que parecía ser un cilindro de cristal. Más allá de la fría barrera transparente pudo ver algo parecido a una habitación de hospital. Gente vestida con batas blancas, muebles de aspecto impecable, pantallas con datos que no comprendía... Trató de llamar la atención de alguno de los hombres, golpeó el cristal con el pie haciendo ruido hasta que un hombre con el pelo oscuro y expresión molesta le acercó:
-Chicos parece que el soldadito se ha despertado- dijo con tono irónico- ¿Qué tal la siesta amiguito?
-¿Quien eres?¿Dónde estoy?¿Qué ha pasado?- articuló Wandalos con dificultad
-Me llamo Eltigrexcazador y eso es lo que necesitas saber de mi, estás en un laboratorio de industrias Sistack y lo que ha pasado es que la has jodido mucho- Respondió acercando la cara al cristal.
Wandalos intentó esforzarse en recordar, en su cabeza aparecían imágenes borrosas, él, Tokoro y Elliot entrando por la puerta trasera en un edificio, llegando a una sala pintada completamente de blanco, guardias, un fogonazo... no podía recordar más.
-¿No te acuerdas? Te refrescaré la memoria, ¡Sacarlo del tubo!- Gritó Eltigrexcazador
A continuación dos hombres se acercaron a Wandalos y lo liberaron, seguidamente lo conducieron a punta de pistola hasta la otra parte de la habitación.
-Mírales, son tus compañeros- dijo señalando donde efectivamente estos se hallaban inconscientes dentro de sus cilindros- vinisteis aquí con la intención de robar los datos del experimento.
Entonces la información llegó a borbotones al cerebro de Wandalos, él y los demás habían averiguado que industrias Sistack era una tapadera, en realidad esta industria estaba experimentando genéticamente con personas.
-¡Cabrón!-Gritó Wandalos- ¡¿Qué nos habéis hecho?!
-El experimento era... potencialmente peligroso- dijo el hombre con una sonrisa malvada– Por lo que unos intrusos son realmente útiles para experimentar, ¿Por qué crees que descubristeis la tapadera? ¿No creerías que fue por vuestra perspicacia? ¡Ja!
-¿Potencialmente peligroso?, ¡Ahora si que vas a descubrir lo que significa eso!-
Wandalos dio un codazo en el estomago al guardia que tenía detrás, le quitó el arma y agarró a Eltigrexcazador por detrás.
-¡Atrás o le vuelo los sesos!- Wandalos empezaba a sentir verdaderas ganas de hacerlo-Sacad a mis compañeros de hay, ¡Y tirad las armas al suelo joder!
Minutos después Wandalos, Tokoro y Elliot salían del edificio. Mientras que Eltigrexcazador recibía una llamada en su móvil:
-¿Ha salido todo bien?- Preguntó una voz.
-Todo va según el plan-contestó Eltigrexcazador
-Bien- Contestó la voz – procurad que siga así.

6:00 pm Propiedad abandonada (actual base de los buenos)

-Hemos tenido suerte- dijo Elliot
-¿Suerte?- respondió Wandalos - no amigo, no ha sido suerte, os he salvado el culo.
-Yo no me confiaría- intervino Tokoro - nos la jugaron una vez pueden hacerlo de nuevo.
-¿Qué nos habrán hecho esos cabrones? – pregunto Elliot en voz alta.
En esos momento el móvil de Wandalos comenzó a sonar.
-¿Esperas alguna llamada?- Preguntó Tokoro
-La verdad es que no...-Dijo Wandalos antes de responder al teléfono- ¿Quién es?
-Sorpresa- contestó la voz de Eltigrexcazador
-¿Qué quieres? ¿No tuviste suficiente?- se burló Wandalos
-Solo quiero decirte que si aprecias vuestra vida será mejor que os entreguéis- cortó Eltigrexcazador
-¿Acaso vendréis a por nosotros?- inquirió Wandalos
-No será necesario- sentenció Eltigrexcazador – Creo que ya hace justo 12 horas desde que inyectamos el líquido experimental al primero de vosotros, mira a tus compañeros
En esos momentos Elliot se derrumbó y comenzó a retorcerse, Tokoro se acercó a ayudarle pero a cambio recibió un puñetazo, Elliot había puesto en pie y arremetía furiosamente contra todo lo que se encontraba a su alrededor.
-¡Que coño pasa!- Gritó Wandalos por el móvil
-No te preocupes soldadito, en cuestión de segundos estarás igual, adiós.
-¡¿Pero que...?! ¡Oh mierda....!

6:15 pm En un despacho, al otro lado de la ciudad

- Dragonius... - dijo una voz procedente del otro lado del respaldo de un sillón
- ¿Si Genderwolf? – Contestó Dragonius
Creo que el plan está surtiendo efecto, mira las noticias – indicó Genderwolf señalando el televisor.
En ese momento la reportera informaba sobre tres hombres que se habían dado a la fuga tras según lo que los testigos decían haber destrozado casi por completo una casa abandonada con sus propias manos.
- ¿Sabes lo que debes hacer? - preguntó Genderwolf
- Por supuesto - respondió Dragonius – debo infiltrarme entre ellos fingiendo traición y cumplir la misión.
- Bien, hazlo - zanjó Genderwolf
- Como mandes - añadió Dragonius antes de retirarse

Elliot fue el primero en recuperar la conciencia, Wandalos y Tokoro se encontraban junto a él, se encontraban en una especie de pabellón deportivo cuya puerta había sido derribada y ahora estaba tirada en el suelo. Consiguió ponerse en pie con dificultad, aún tambaleante se acercó a la pared para apoyarse. Intentó recordar lo sucedido, lo último claro que recordaba era la llamada que recibió Wandalos, después el cayó al suelo invadido por una gran fuerza y descontrol, entonces se sentía invencibles pero, el no podía controlar sus actos... Sus cavilaciones se interrumpieron cuando una silueta negra apareció en la puerta y una flecha fue disparada hacia él.

El proyectil rozó la cabeza de Elliot y fue a clavarse a un par de centímetros de esta, Elliot reconoció la flecha al instante:
-Serás cabrón... ¿Qué haces tu por aquí? Hace mucho que no se nada de ti- dijo Elliot
-Je je je, nunca te gusto del todo el riesgo, me he enterado de lo vuestro, salís en las noticias, creo que puedo ayudaros- contestó Dragonius
En esos momentos Wandalos y Tokoro comenzaban a despertar.
- Dios esto es peor que una resaca- se quejó Wandalos
- Pues por tu aspecto no descartaría que lo fuera- se burló Tokoro
-Dejame en paz- respondió Wandalos- Elliot, ¿Veo doble o tenemos compañía?
- Permíteme presentarme- dijo Dragonius- Soy un viejo amigo de Elliot, me llamo Dragonius.
- Vale, ya está pero ahora estabas diciendo que podías ayudarnos- interrumpió Elliot
- Si, os lo explicaré - respondió Dragonius - Os han inyectado un compuesto aun en fase experimental, gracias a el cada cierto tiempo todos vuestros músculos entran en un estado de desarrollo increíble, lo malo es que perdéis totalmente el control sobre vosotros mismos. El poder que ejerce el compuesto se intensifica con el tiempo por lo que tenemos que conseguir el antídoto cuanto antes.
- Supongo que los que nos lo inyectaron lo tendrán- comentó Wandalos
-Muy perspicaz Sherlock...- se mofó Tokoro
- Si, Wandalos así es- intervino Dragonius
- ¿Y como piensas conseguirlo?- Preguntó Tokoro
- Afortunadamente para vosotros me he infiltrado entre los hombres que os hicieron esto, he averiguado que guardan el antídoto en una cámara de alta seguridad del edificio principal de industrias Sistack, bajo la custodia de una docena de guardias de élite y un montón de cámaras de vigilancia.
- Como robar un caramelo a un niño- ironizó Wandalos
- Mas o menos- contestó Dragonius- lo que haremos será lo siguiente, en calidad de prisioneros me acompañareis hasta el interior del edificio, inutilizo el sistema de vigilancia, matamos a los guardias, forzamos la cámara de seguridad y salimos, fácil ¿No?
- Podría funcionar- respondió Tokoro
- Me gusta, repartamos mamporros- añadió Wandalos

Horas después en el edificio principal de industrias Sistack

- Identificación- pidió el guardia
Dragonius le enseño una tarjeta y pasó seguido por Wandalos, Tokoro y Elliot que iban esposados.
- No entiendo el para que son las esposas, así no puedo sacudirle a nadie- se quejó Wandalos
- Debe ser realista, se supone que sois prisioneros- murmuró Dragonius
A continuación un segundo guardia se presentó ante ellos
- El señor Genderwolf ha solicitado su presencia y la de sus prisioneros- Anunció
- Esto no estaba en el plan- susurró Tokoro
- Cállate- cortó Dragonius tirando de ellos
A continuación recorrieron unos cuantos pasillos hasta llegar a un ascensor en el que subieron varias plantas. Una gran puerta de madera de roble se alzaba ante ellos, el guardia la abrió para dejar al descubierto el despacho de Genderwolf.
- Pasad- dijo este desde su sillón – veo que has hecho bien tu trabajo Dragonius, como siempre
En ese momento Genderwolf chasqueó los dedos y cinco guardias entraron en la habitación.
- Llevad a nuestro invitados a conocer lo calabozos- ordenó Genderwolf
- ¡¡¡Serás hijo de ****!!!- gritó Wandalos- ¡Cuando salga te vas ha enterar!
Los tres prisioneros se removían sin éxito para librarse de los guardias mientras Dragonius contemplaba la escena sin intervenir para nada.

10:00 pm Calabozos de las industrias Sistack

Wandalos, Tokoro y Elliot fueron conducidos a una especie de sótano donde les encerraron en unas pequeñas celdas individuales separadas por barrotes donde se hallaban desde hacía más de una hora bajo las incesantes protestas de Wandalos.

- ¿Os había dicho que estar preso es muy aburrido?- se quejó Wandalos
- Solo unas quinientas veces- ironizó Tokoro
En esos momentos la puerta que llevaba a las escaleras se abrió, y eltigrexcazador cruzó el umbral.
- Hola soldadito y compañía, ¿os lo pasáis bien?- dijo el recién llegado
- Por favor da un paso hacia delante para que pueda partirte la cara- le contestó Wandalos poniéndose en pie.
- Será mejor que te tranquilices o lo haré yo...- le respondió eltigrexcazador- pero por tu pequeña insolencia serás el primero.
A continuación eltigrexcazador abrió su pequeño maletín y extrajo una jeringuilla cargada de líquido.
- Muy hábil profesor chiflado, pero para inyectarme eso deberás entrar aquí y ahora no estoy dormido- se burló Wandalos
- Es cierto, tendremos que solucionar esto de alguna forma- contestó eltigrexcazador mientras sonreía.
Esta vez se llevó la mano al bolsillo de donde extrajo un revolver con el que apuntó a Wandalos.
- ¿Y se supone que debo asustarme?, todos los que estamos aquí sabemos que queréis algo de nosotros por lo que no puedes matarme- se mofó Wandalos
- Si...tienes razón- respondió eltigrexcazador
A continuación el hombre bajó el revolver a la altura de las rodillas de Wandalos y disparó una vez a cada una, haciendo que irremediablemente este cayera al suelo de bruces.
- Argggggg...te mataré... te juro que te mataré con mis propias manos- amenazó Wandalos
Eltigrexcazador se dispuso a entrar en la celda de Wandalos pero en esos instantes alguien lo golpeó en la nuca y cayó inconsciente.
- ¡¿DRAGONIUS?!- exclamó Tokoro
- ¿Cómo tienes la cara de aparecer aquí después de habernos traicionado?- espetó Elliot
- Chicos, esto no es como vosotros pensáis, fue un imprevisto, no tenía otra elección- argumentó Dragonius
- Claro... ahora eres el bueno de la película ¿no? Vete a la porra- contestó Wandalos mientras intentaba sentarse.
- Eso ¿Cómo sabemos que esto no es un truco?- Añadió Elliot
- Porque soy vuestra única oportunidad de salir de aquí y por esto- dijo Dragonius sacando de su bolsillo tres jeringuillas- es el antídoto, lo he robado, inyectáoslo.
Tras unas cuantas quejas iniciales los tres se inyectaron el líquido y Dragonius abrió sus celdas para que pudieran salir, Tokoro, Elliot y Dragonius corrieron escaleras arriba.
- ¡Eh, asquerosos no me dejéis aquí- gritó Wandalos mientras se arrastraba tras ellos
Finalmente ayudando ha andar a Wandalos consiguieron salir del edificio ya que según Dragonius les había dicho ya se había encargado de los guardias.

11:30 pm piso franco (nueva base de los buenos)

-¡Dios! ¿Cuánto tardarán mis piernas en recuperarse?- preguntaba Wandalos
- Me nos de lo que esperaba, ahora que hemos extraído la bala y cerrado la herida en menos de una semana podrás incluso correr- le respondió Dragonius

Algunas horas después cuando todos dormían

- ¡Wandalos levántate! ¡Algo le pasa a Elliot y Dragonius ha desaparecido!
Wandalos se levantó usando unas muletas y al llegar a la habitación de Elliot pudo ver como todos los músculos de este se hinchaban mientras se removía furiosamente sobre su cama mientras dando alaridos de dolor.

- Wandalos dime una cosa, ¿Te inyectaste esa porquería que nos dio Dragonius?- Preguntó Tokoro mientras trataba de contener a Elliot
- No, fingí inyectármelo pero derramé el líquido sin que él se diera cuenta- contestó apresuradamente Wandalos- ¿Y tú?
- Yo hice lo mismo, no podía confiar en él después de lo que nos hizo...- respondió Tokoro
- Entonces, ¿Crees que Elliot se lo inyectó?- dijo Wandalos
- Supongo, al fin y al cabo eran viejos amigos, creo que confió en él demasiado pronto...- alegó Tokoro
- Ya me he cansado de que nos la jueguen, Tokoro amarra a Elliot a su cama, voy ha hacer una llamada- zanjó Wandalos mientras sacaba su móvil del bolsillo.
- ¿Si?- dijo una voz de al otro lado del teléfono
- Ayinai, soy Wandalos, necesito tu ayuda- comunicó
- ¿Otra vez? ¿En que andas metido ahora?- contestó Ayinai
- Escúchame tienes que venir, es muy importante- la cortó Wandalos

En el otro extremo de la ciudad

Ha Ayinai le dio la impresión de que Wandalos estaba algo más nervioso de que solía ponerse en otras situaciones difíciles. Según lo que le había contado el compuesto que se había inyectado Elliot podría ser el mismo que les inyectaron la primera vez, pero algo más concentrado. Afortunadamente Ayinai conoció tiempo atrás en otro de los líos de Wandalos ha un tipo que se interesaba por experimentos de este tipo y que cedería fácilmente bajo algo de presión.
Una hora después se hallaba llamando a la puerta de este hombre.
- Hola, ¿Me recuerdas?- Dijo Ayinai cuando la puerta se abrió
- A....Ayinai, que sorpresa, oye que conste que lo que pasó en aquel tiroteo no fue culpa mía- se excusó el hombre
- No he venido por eso, necesito que me ayudes- le respondió Ayinai- ¿Recuerdas a Wandalos? Pues se ha metido en problemas...
Ayinai entró en la casa del hombre y fue conducida a una habitación que bien podría ser un quirófano o un laboratorio, como ella recordaba era aficionado a estas cosas. Tardó media hora en explicarle la situación tal y como Wandalos se la había explicado a ella.
- No creo que pueda ayudarte, Sistack es una empresa muy poderosa y no me gusta meterme en estos líos- argumentó el hombre
- Escúchame- le dijo Ayinai poniéndose en pie- vas a ayudarme, quieras o no, pero mas te vale no hacerme enfadar
Mientras hablaba Ayinai había recogido con disimulo una jeringuilla que estaba en una mesa y que ahora sostenía contra el estómago del hombre a modo de amenaza...
- Aunque por ti puedo hacer una excepción, después de todo te debo una- se apresuró este
Al salir de aquella casa Ayinai portaba tres pequeños tubos llenos de líquido brillante. No era un antídoto pero al menos haría volver a la normalidad a Wandalos y los demás y ralentizaría el horrible proceso que experimentaban.

Dos horas mas tarde en el despacho de Genderwolf

- ¿Me ha llamado señor?- preguntó eltigrexcazador
- Si, pasa- contestó Genderwolf- ¿no te extraña que aún no se sepa nada de esos tres?
- Si señor, pero creo que solo es cuestión de tiempo que no puedan contenerse y les veamos de nuevo en las noticias...- se excusó eltigrexcazador
- ¡Calla!- le cortó Genderwolf- ¿No cabe alguna posibilidad de que prepararas mal el líquido que le diste a Dragonius?
- ¡No! ¡El líquido estaba perfecto, si se lo han tomado pronto deberían descontrolarse!- intentó explicar eltigrexcazador
- Tienes tres horas para averiguar que narices ha pasado, si están teniendo ayuda, de quien y donde están exactamente ¡y ahora desaparece de mi vista!-gritó Genderwolf
- Si...señor- dijo eltigrexcazador dándose media vuelta
- Y recuerda- añadió Genderwolf- que no tolero la incompetencia.

3:00 pm después de que el líquido que trajo Ayinai surtiera efecto

- Bien, creo que es la hora de tomar las riendas- decidió Wandalos
- Por una vez tienes razón- comentó Tokoro
- ¿Trajisteis todo el equipo de la antigua base?- preguntó Wandalos
- Si - respondió Elliot- está en los armarios cerrados con llave
- Esperad un segundo - les cortó Ayinai - ¿Pensáis ir a plena luz del día ha asaltar el edificio principal de una de las empresas más poderosas que hay?
- Cierto - contestó Wandalos - necesitaremos armamento pesado...
- ¡Nooooo! Debemos atacar por la noche, de manera sigilosa - le corrigió Ayinai
- ¡Bah! Claro, no puedes usar un bazuka Wandalos, los explosivos son demasiado ruidosos Wandalos, esta vez no puedes coger un tanque Wandalos- ironizó este
- Ayinai tiene razón - afirmaron Tokoro y Elliot
- Eso, poneos de su parte...- se quejó Wandalos
- Bueno, preparad las armas, si esta noche la cosa se pone fea las necesitaremos- dijo Ayinai acabando con la conversación

En esos momentos en la casa del hombre que le dio el líquido a Ayinai

- Escucha mierdecilla, voy justo de tiempo así que dime todo lo que sepas de la persona a la que ayudaste- exigió eltigrexcazador apuntando con su revolver
- Esta bien, se llama Ayinai, le preparé un compuesto que ralentiza los efectos de un virus extraño que le habían inyectado a sus amigos, pero el efecto no es permanente por lo que intentará conseguir un antídoto pronto- se apresuró a contestar el hombre
- Muchas gracias por tu colaboración- respondió eltigrexcazador antes de disparar su revolver.

Minutos después en el despacho de Genderwolf este recibía una llamada.
- ¿Si? ¿Quién es?- Preguntó Genderwolf
- Ya se que es lo que harán- contestó eltigrexcazador antes de explicarle lo que había averiguado.

Esa noche, en un helicóptero rumbo al edificio de industrias Sistack

- Aún no entiendo de donde has sacado este cacharro- comentó Ayinai
- Un amigo me debía un favor - respondió Wandalos
- Recordad, según he averiguado han guardado el antídoto en el despacho de Genderwolf- dijo Tokoro
Minutos después aterrizaban en la azotea de el edificio, y bajaban rápidamente rifle en mano del helicóptero, incluido Wandalos usando muletas.
- No Wandalos tu te quedas- le dijo Ayinai
- ¡¿Qué?! - exclamó Wandalos - ¡¿Quieres que me pierda toda la diversión?!
- Ella tiene razón Wandalos aún no puedes andar- añadió Tokoro
- Además debes vigilar el helicóptero es muy posible que lo hayan oído y no me gustaría volver aquí con el antídoto y no encontrarlo- sentenció Elliot
- Mierda, todo lo malo me toca a mi...- se quejó Wandalos
- De todas maneras si pasan 15 minutos y no estamos de vuelta entra- concedió Ayinai – aunque no se para que...
No tuvieron muchas dificultades en el interior, solo se toparon con tres guardias antes de llegar a las escaleras a los que eliminaron con disparos certeros a la cabeza utilizando los rifles con silenciador. Y desde entonces solo tardaron unos 7 minutos hasta el despacho de Genderwolf.
- Dejadme un segundo - indicó Tokoro- voy a forzar la puerta.
Tokoro no tardó más que 20 segundos en abrir la puerta. En el interior todo estaba a oscuras, algo que no les extrañó a ninguno, pero en un instante todo cambió, la luz se encendió y aparecieron montones de guardias apuntándoles.
- Buenas noches chicos- saludó Genderwolf desde su sillón - dile hola a tus amigos Dragonius.
- Mierda, la cagamos otra vez- Murmuró Tokoro
- Bien, Dragonius ya puedes acabar con dos de ellos, solo nos hace falta uno- ordenó Genderwolf- mata a la chica y... a tu amigo Elliot.
En esos momentos Dragonius cogió una escopeta de detrás del escritorio de Genderwolf y se les acercó despacio, muy despacio.

Wandalos esperaba en el helicóptero ajeno a lo que estaba sucediendo, su único pensamiento era que ya habían pasado 10 minutos pero sabía que era poco probable que pudiera entrar, ¡Aunque solo fuera por tocarle las narices saldrían a tiempo!

En el despacho de Genderwolf

- Vamos Dragonius, cumple la orden ¡Mátalos!- repetía Genderwolf
Dragonius pegó el cañón de la escopeta contra el pecho de Elliot que miraba fijamente a los ojos de su antiguo compañero.
- Si piensas dispararme hazlo ya- dijo Elliot en voz alta
Segundos después el arma de Dragonius se disparó, pero no fue dirigido a Elliot sino al guardia que se hallaba a la derecha de Genderwolf que salió despedido contra una estantería
- ¡QUE SE SUPONE QUE HACES! - Gritó Genderwolf
- Lo que debí hacer hace mucho tiempo, no puedo fallarle por tercera vez- Contestó Dragonius - Salid de aquí chicos, ¡Rápido!
Dragonius apuntaba a Genderwolf con su arma mientras todos los guardias aguardaban inmóviles una orden para actuar. Ni Tokoro, ni Ayinai dudaron un segundo y comenzaron a retroceder hacia la salida pero Elliot permaneció en su sitio sin mover ni un solo músculo.
- ¡Elliot he dicho que salgáis de aquí! - rugió Dragonius
- No pienso dejarte aquí - replicó este
- Sal de aquí, ahora te sigo - mintió Dragonius que sabía que no sería fácil escapar de allí
- De acuerdo - respondió Elliot antes de salir corriendo

En esos momentos en la azotea

- Oh si, tío Wandalos entra en acción - celebraba este mientras bajaba del helicóptero con las muletas - aún no puedo creérmelo, ¡No han vuelto! ¡Ha pasado el tiempo y no han vuelto! Si señor hay abajo tienen fiesta y yo quiero divertirme.
Wandalos continuó andando hasta cruzar la puerta que llevaba dentro del edificio, y fue entonces cuando vio a Ayinai y a Tokoro corriendo en su dirección.
- ¡No me jodas!- exclamó Wandalos
- Corre al helicóptero - gritó Tokoro
Apenas tardaron treinta segundos en llegar a este desde entonces, pero Elliot aun no les había alcanzado.
- Si no llega en un minuto nos vamos sin él - aclaró Wandalos
Unos segundos después Elliot surgía del interior de edificio corriendo tanto como le era posible.
- Bien, estamos todos, ¡Nos vamos! – exclamó Wandalos
- De eso nada, tenemos que esperar a Dragonius - se negó Elliot
- Espera, ¿Me he perdido algo o estas mal de la cabeza? ¡Dragonius está con ellos!- respondió Wandalos
- No - le corrigió Ayinai - gracias a él hemos podido escapar
- Ya lo has oído, debemos esperarle – añadió rápidamente Elliot
- Elliot... No creo que vaya a poder escapar de allí... - murmuró Tokoro
- Esto lo arreglo yo - les cortó Wandalos - Ayinai coge los mandos y ve despegando
- ¿Qué piensas hacer? - preguntó Tokoro pero se contestó así mismo al ver como Wandalos se dirigía a la parte trasera del helicóptero y sacaba un lanzamisiles de una caja - ¡Piensas disparar al edificio!
- Vosotros solo decidme en que piso están - les respondió Wandalos - si sigue con vida es posible que se las arregle para escapar con la confusión
- Creo que es el sexto pero...- comenzó a decir Elliot
Wandalos no le dio tiempo para terminar la frase apuntó con el arma y apenas unos segundos después esta propulsaba su mortal carga contra el sexto piso del edificio.

En el despacho de Gendewolf

Desde que Elliot había salido de la habitación la situación se había puesto muy tensa, Dragonius permanecía impasible con su arma apuntando a Genderwolf esperando cualquier movimiento de los guardias para poner fin a su existencia, mientras estos esperaban una orden de su jefe para actuar.
- Muy bien, ahora vas a venir conmigo Genderwolf, y me vas a ayudar a salir de aquí -dijo Dragonius rompiendo el silencio
- No Dragonius, sabes que no me voy a mover de aquí - respondió Genderwolf - y no vas a dispararme porque entonces estarías muerto.
- Vaya parece que tenemos un problema - ironizó Dragonius
Nadie se movió ni dijo nada durante un tiempo que parecía eterno, Dragonius comenzaba a sudar mientras miraba por en rabillo del ojo a los guardias que aun lo apuntaban con sus armas, pero en un instante la situación cambió por completo. La pared de la habitación voló por los aires haciendo saltar polvo y trozos de ladrillo en todas direcciones. Dragonius aprovechó el momento de confusión para intentar huir, pero en el momento que se dio media vuelta todo el mundo comenzó a disparar, alcanzando la pared, los muebles o en el peor de los casos a sus propios compañeros pero no al traidor.
Dragonius ya había recorrido dos pasillos a toda velocidad cuando se topó de frente con eltigrexcazador que había subido por las escaleras corriendo para asegurarse de lo que ocurría y que ahora se apresuraba hacia él.
- Dragonius, ¿Qué ha...?- comenzó a preguntar eltigrexcazador
Dragonius ni siquiera se paró y disparó su escopeta contra su desprevenido enemigo alcanzándole en el torso y provocando que cayera al suelo. Herido y caído eltigrexcazador extrajo su revolver del bolsillo de su pantalón y disparó a la pierna de Dragonius que cayó al suelo de bruces e intentó rápidamente cubrirse en la esquina que formaba en comienzo de las escaleras.
En esos instantes Genderwolf aparecía al final del pasillo portando entre sus manos lo que Dragonius mas temía en esos momentos. Genderwolf le había hablado de ella algunas veces, la llamaba su niña, estaba muy orgulloso de aquella arma. Era un modelo M61 Vulcan, desarrollada para algunos aviones de combate de la Segunda Guerra Mundial, precursora del cañón automático Gatling, aquella arma poseía 6 cañones de 20mm con una potencia de fuego de 6600 balas por minuto (110 por segundo). Dragonius no pensaba que Genderwolf fuera capaz de soportar el peso de semejante monstruosidad pero al parecer así era.
- ¡Muy bien Dragonius! - gritó Genderwolf - ¡Me has enfadado mucho! ¡Y ahora lo pagarás!
En esos instantes Genderwolf comenzó a disparar contra la esquina tras la cual Dragonius se refugiaba haciendo que la pared se agrietara y desmenuzara rápidamente.
Genderwolf reía mientras se acercaba al punto donde Dragonius se encontraba, este comenzó a bajar por las escaleras apoyándose en la barandilla mientras sentía como la muerte se cernía sobre él. Cuando consiguió bajar un piso se dio cuenta no solo Genderwolf le perseguía si no también varios guardias. Entonces se dio cuenta de que no tenía nada que hacer salvó enfrentarse cara a cara contra su enemigo.
Durante un momento se dejó de oír el rugido del arma de Genderwolf, el único sonido que se oía mientras Dragonius se refugiaba tras una puerta era la macabra risa de Genderwolf mientras se acercaba más y más.
- Vamos sal ahora y terminaré contigo rápidamente - chilló Genderwolf
- ¡Vamos! ¡Ven a buscarme! ¡Te juro que acabaré contigo!- le respondió Dragonius también a voz en grito
Dragonius se asomó y derribó a dos guardias que se le acercaban pero entonces cayó en la cuenta de que no le quedaba munición en aquella arma, arrojó la escopeta furiosamente al otro lado de la habitación y cogió una pistola del bolsillo de su chaqueta.
- ¡Ya estoy aquí! - anunció Genderwolf - ¡Sal de tu escondite y lucha contra mí! ¡VAMOS!
En ese momento Dragonius vió su única oportunidad de acabar con Genderwolf, se asomó por la puerta y efectuó un disparo que fue a dar contra una tubería de gas que se encontraba unos metros mas adelante que Genderwolf provocando un escape.
- ¡Ja! ¡Has fallado traidor asqueroso! - se mofó Genderwolf antes de efectuar una ráfaga de disparos contra Dragonius y continuar avanzando
- ¡Vamos! ¡Ven a por mi! ¡Acabaré contigo! - le retaba Dragonius
Genderwolf mordió el anzuelo, ya que lo que desconocía es que Dragonius tenía entre sus manos un Zippo que años atrás le había regalado Elliot como amuleto de la suerte.
En cuanto Genderwolf alcanzó el punto deseado Dragonius encendió el Zippo y lo lanzó, el escape estaba a la altura de la cabeza de Genderwolf de manera que cuando para sorpresa de este el mechero alcanzó el escape una llamarada se lanzó sobre su cabeza que comenzó a arder. Genderwolf dejó caer su arma y comenzó a removerse intentando sofocar el fuego que lo consumía sin embargó Dragonius no tuvo tiempo de celebrarlo ya que eltigrexcazador había dado la vuelta dificultosamente debido a su herida entrando por otra puerta de la habitación en la que Dragonius se escondía. Y cuando este se apoyó en la puerta para recuperar el aliento algo metálico lo golpeó en la cabeza dejándolo inconsciente.

En la base de los buenos

- ¿Y que se supone que debemos hacer ahora? - preguntaba Elliot
- Tu no se, pero yo voy a encadenarme a la cama para dormir, ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que “nos desarrollamos” - respondió Wandalos en tono irónico
- Detesto hacer pero debo darle la razón a Wandalos - añadió Tokoro
-Osea que de nuevo no podré dormir porque tendré que vigilaros - se quejó Ayinai - Wandalos cuando esto acabe me deberás una muy grande y para la próxima avisas a otro.
Después de menos de media hora Elliot, Tokoro y Wandalos estaban encadenados a sus respectivas camas y conversaban con Ayinai que permanecía sentada en una silla.
- Lo que debería hacer ahora es coger vuestras carteras y largarme - se burlaba Ayinai
- No creo que encontraras gran cosa, las armas no son baratas - contestó Tokoro
- ¡Mierda! - Gritó Wandalos - ¡Aaaaaarg!
- ¡Que pasa! - preguntó Ayinai alarmada - ¿Comienza la “transformación”?
- ¡No, pero me pica el brazo y no puedo rascarme! - respondió Wandalos removiéndose en su cama
- Eres idiota - finalizó Ayinai

Calabozo de industrias Sistack

Dragonius recuperó la conciencia después de varias horas y al instante deseó no haberlo hecho.
- Hola Dragonius - Saludó Genderwolf
Tenía un aspecto muy extraño, la mayoría de su cara se encontraba vendada a causa de las quemaduras pero en su ojos se visualizaba claramente su furia.
- ¿Has dormido bien? - continuó Genderwolf antes de darle un puñetazo en el estomago - te espera una larga sesión de estos hasta que me digas lo que quiero saber, solo entonces te mataré, pero no te preocupes será rápido.
En los siguientes minutos Genderwolf se ensañó con el cuerpo de Dragonius que se encontraba sentado en el suelo, contra la pared y con las muñecas atadas a esta sin poder hacer otra cosa que encajar los golpes.
Cuando la lluvia de puñetazos cesó Dragonius se desplomó y Genderwolf se apartó de su lado.
- ¿Ya estas cansado? Espera aún queda otra persona que quiere saludarte - dijo Genderwolf - no dejes que pierda la conciencia.
- No te preocupes, no lo hará - afirmó eltigrexcazador acercándose a Dragonius mientras sonreía

Base de los buenos, 6:00 am

El momento que Ayinai temía había llegado, las convulsiones y los gritos propios de la “transformación” habían dado comienzo, esperaba que las cadenas aguantaran pero por si acaso ya tenía entre las manos un bate de béisbol.
Los músculos de los tres encadenados si hinchaban mientras estos se removían intentando liberarse hasta que las cadenas cedieron y se rompieron.
- ¡Ni se os ocurra acercaros si no queréis que os remodele la cara! - amenazó Ayinai blandiendo el bate
Elliot ni siquiera le prestó atención, salió de la habitación rápidamente, sin embargo Wandalos si que la prestó atención, nada mas levantarse dio unos cuantos pasos lentos hacia ella mientras Tokoro apenas se movió una vez acabó de incorporarse solo se llevó las manos a la cabeza y comenzó a gritar.
- ¡Ni te muevas Wandalos o tendré que sacudirte! - exclamó Ayinai
Pareció que Wandalos no lo comprendió ya que alzó su brazo preparándolo para golpear en ese instante Ayinai se dio cuenta de que si el golpe la alcanzaba estaría perdida.